Entrenar la voz es apasionante porque convierte tu comunicación en una experiencia poderosa y atractiva para los demás. El arte de hablar bien está al alcance de todas las personas. Por supuesto que sirve para mejorar tu comunicación laboral y que solventa errores en el habla. Pero el fundamento más exquisito que tiene, es el de la excelencia. Tienes una voz y te puede gustar o no, pero la tienes que usar. Y de lo que se trata es de llenarla de magia, de aprovecharla.
darle matices, disponer de recursos para que no suene monocorde, aprender a manejar los ritmos, practicar la vocalización y articulación, bailar las palabras y disfrutar del proceso haciendo arte, renovará tu voz. Es una disciplina curiosa, que no sólo trabaja tu manera de hablar. Intervienen las emociones, el movimiento corporal y la música.
y el resto se enamorará solo. Es muy placentero no cansarte nunca de escuchar una voz. La mayoría cuando piensa en usar bien una voz, piensa en el trabajo. Yo suelo pensar en la vida personal. Las mejores conversaciones se tienen con la gente que quieres. Con la familia, con los amigos, con la pareja… Si hablas desde el corazón, tus palabras bailarán en el oído del otro.
Oír no se elige, escuchar sí. Tu voz es parte de tu encanto, no la maltrates. Si todavía piensas lo contrario, tu voz necesita cuidados intensivos. Forma parte de ti, te permite comunicarte con los demás. No la valores por sus tonos y si te resulta desagradable dale la oportunidad de integrarla como parte de ti. No la juzgues como bella o fea por como le llega a los demás.